La hamaca en la Cultura Costeña
Hamaca ambulancia
Gran pieza artesanal la hamaca,
querida en la Cultura Costeña.
Unas hechas a mano o con telar,
estas últimas la llaman paletiada;
todas especiales pa’ descansar,
también pa’ la recocha,
pa’ la alineanda;
y hasta como ambulancia.
Existen hamacas elaboradas
en distintos lugares
de la geografía Costeña,
ahora les diré con seña.
Chinchorros wayuu en La Guajira,
hamacas coloridas de Morroa,
y otras que yo en mi almacén vendo;
son las hamacas de San Jacinto.
Hay también otras hamacas
hechas en máquinas, son industriales.
Entre chinchorro y hamaca,
hay una confusión semántica
que ahora vengo a aclararte;
chinchorro es de tejido flexible,
parecido a un trasmallo o atarraya
y la hamaca es compacta,lisa.
Hablemos ahora de los usos comunes
de las hechas en algodón, las hamacas,
para en la noche dormir,
por su puesto, en el día descansar,
cuando se venía de trabajar;
sabrosa una hamaca para sestiar,
debajo de un palo de mango,
ahí cogiendo fresco,
después de un sabroso sancocho;
quedaba uno apipa’o.
En ellas a muchos hicieron,
también allí nacieron,
se divirtieron
y se golpearon;
los doctores los vieron,
sus ma’es los mecieron,
arrullaron y durmieron;
finalmente, ahí unos murieron.
Otros usos menos conocidos,
de las útiles hamacas,
eran como ambulancia antes
pa’ trasportar a los enfermos;
a eso le llamaban palancas,
en zonas de dificiles accesos.
Cuando a una hamaca
se le podría su cabecera,
quedaba la tela como sábana
o como puerta del baño otrora.
O sea, no se botaba,
otro uso se le daba.
Así era antes en la Cultura Costeña,
casi to’ se conservaba,
la naturaleza se cuidaba;
contemplaba y amaba.
A los pela’os chiquitos
en hamaca se arrullaba,
a ella se le ponían palitos
en sus extremos,
cerca de la cabecera;
quedaba como un corralito,
pa’ que el niño no se saliera,
quedaba allí bien protegido
y dormían tranquilitos;
sin que nadie lo molestara.
La hamaca era un medio divertido
cuando uno era pela’o,
meciéndose y meciéndose,
como volando con el viento;
a eso llaman darse jico,
dícese también jondearse.
Los hicos o lazos
de la hamaca se lullen,
de tanta mecida,
no se cansan esos pela’os;
que vaina divertida;
pero sus pitas se desgastan.
Cuanta maroma y pirueta,
hacía el pela’o en la hamaca,
con la cara bocabajo y arropa’o;
más de uno una matá’
con esas gracias, se pegó;
cipote ocurrencia.
De la hamaca,
es tanta su influencia
en nuestra Cultura Costeña,
que se asocia a ella,
una forma de bailar
la musica vallenata,
llamada jamaquiar;
a mi me gusta.
A los pela’os puñeteros
les daban hamacasos,
eran cipotes limpías;
que les daban sus pa’es.
Darse jonda
es mecerse en una hamaca,
también se dice “darse jico”,
proviene de su hico
o la pita de la hamaca;
me mesco o me meso.
La hamaca es relajante,
también pa’ dormirse.
Algunos ahí nacieron
y a otros murieron.
En una hamaca sencilla
durmió y murió un gran juglar,
Juancho Polo Valencia;
así se hacía llamar.
Lo fueron a buscar
pa’ darle el tinto,
ese bien cerrero,
con él se enjugaba la boca
récien se levantaba;
infinito espiritual fue su lar.
Autor : Tomás Martínez Montenegro
El curucutiador